Falta poderío, Carletto

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti. Fuente de la imagen: libertaddigital.com

Pablo Rioja | León

Ancelotti no ceja en el empeño de inventarse un Madrid diseñado para 'dominarlos a todos', una reconversión que se le atraganta con frecuencia lejos del Bernabéu pero que aún así le coloca a sólo tres puntos del líder en esta Liga de amiguetes. ¡Liga Europea ya!

Es de agradecer su interés porque el equipo mantenga la posesión, porque los canteranos tengan peso de verdad y porque que el balón se dé una vuelta por el centro del campo deje al fin de ser el Expediente X favorito de Cuarto Milenio. Pero de ahí al bueno juego prometido a principio de temporada dista toda una saga entera de la Guerra de las Galaxias, episodios 7, 8 y 9 incluidos.

Me esperaba más Carlo, qué quieres que te diga. 19 partidos después has perdido los dos duelos contra tus rivales directos, Bale está pero no se le espera, Di María se toca los huevos y tú le premias con la titularidad en decrimento de Isco, te permites el lujo de sentar al mejor portero del mundo y sin embargo haces la vista gorda con un lamentable Ramos.

No quisiera ser cenizo, pero ya he visto esta película muchas veces y me huele a temporada en blanco, toda una deshonra para el único Cristiano que jamás pierde la fe.

Aún hay tiempo lo sé, pero pronto vendrán los soldados alemanes y no me gustaría que la cerveza se me atragante, que los pupilos de la Merkel están acostumbrados a meternos buenos meneos. Si pedimos la hora contra el Espanyol, que son colegas, no me quiero ni imaginar el canguelo contra el Schalke 04 en otra noche NO mágica del Bernabéu. Espero que el apellido de los de Gelsenkirchen (0-4) sea todo un preludio en el partido de ida.   

Echo en falta el poderío insultante del Madrid, quizá a algunos les sirva sólo con ganar, yo además necesito confiar en la victoria, y la sensación que dejan sobre el terreno de juego en el 90% de los casos es de equipo menor, sin ideas claras, ni jugadas trabajadas previamente. 

No sé Carletto, llámame impaciente, incrédulo, irreverente, pero dado el prestigio del club y el nivel de la plantilla se me antoja poco pan y mal circo.

pABLO rIOJA (13-1-2014)