viernes, 22 de marzo de 2013

La procesión va por dentro

Fuente de la imagen: www.leon.es
Pablo Rioja | León

Lloverá sí, y aunque por petición popular se trasladara al mes de agosto también llovería, así es de caprichosa la Semana Santa, empeñada en entristecer los corazones de cofrades, bandas, papones de fila y devotos en general. No hay año sin que las noticias reflejen los llantos de algún hermano desconsolado junto a su Virgen o Cristo porque no podrá procesionar.

Como papón sé lo duro que es escucharle decir al bracero mayor o al seise de turno: 'Hermanos, la procesión se suspende'. No tengo claro qué supone más decepción, si el momento de abandonar el brazo que ya no pujarás o la hora de colgar la túnica recién planchada en el armario. Lo único que me consuela después, cuando el espíritu se presta a la reflexión, es entender que este 'sarao' no es mío, ni del pueblo, ni de nadie, sólo del verdadero y único protagonista de estos días. Y puede que él lo haya querido así, no como un castigo, sí quizá como una prueba más destinada a medir nuestra capacidad de entrar en su voluntad.

No soy quién para dar lecciones a nadie, pero sí me atrevo a decir que en ocasiones se nos olvida lo que -en el caso de la Semana Santa leonesa- 'nos traemos entre hombros'. No es nuestro brazo, ni nuestro trono, ni nuestro paso, es la Pasión de Jesús representada 21 siglos después en las calles, ante la atenta mirada de miles de personas que quizá sólo necesitan ese instante que dura el vagar del paso junto a ellas para encontrarle sentido a sus vidas, incluso a sus sufrimientos.

La veneración hacia un santo, a la Virgen o hacia el propio Jesucristo trasciende cualquier credo y religión, se convierte en una relación personal de cada ser con Dios que, precisamente, sólo cada ser alcanza a comprender. Que durante unos días podamos toparnos con ellos por las calles es un regalo para la vista y sobre todo para el alma. Es, por otro lado, parte de nuestra cultura, de nuestra herencia, de lo que nos hace únicos.

Llueva o truene, cause molestias, corte calles o cree confusión, pensemos unos minutos en lo que está aconteciendo. Al final lo importante es que la procesión vaya por dentro.

pABLO rIOJA (22-3-2013)

jueves, 14 de marzo de 2013

Reina y madre del pueblo leonés


Imagen de la Virgen del Mercado de León
 Pablo Rioja | León

Nueve son los días que le restan a la Virgen del Mercado para abandonar sus aposentos, rumbo a las calles del antiguo Reino, iniciando así una Semana Santa leonesa singular, olvidada por los medios de comunicación, insuficientemente vendida por las instituciones locales y sin embargo tan arraigada entre sus gentes, que aprendieron a llevarla en el corazón y sobre todo en el hombro.

La del Mercado o del Camino La Vieja convierte cada Viernes de Dolores en una fiesta del pueblo donde la procesión va por dentro y las devociones hacia la Madre trascienden más allá de credos, religiones y morales. Al igual que esta imagen muestra a la Virgen con el cuerpo de su hijo en brazos, así también recibe a cada de uno de los fieles que impacientes forman en las aceras a la espera de verla pasar. No hay nada que se le pida a una madre con amor que ésta se niegue a conceder.

Pujada por los mozos del barrio, la 'morenica' encaminará sus pasos hacia el Convento de las Carbajalas para escuchar la solemne Salve que interpretan las monjas. Después aguardan el Barrio Húmedo, la Plaza Mayor, la Catedral, la Calle Ancha, Plaza de Santo Domingo, Plaza de San Marcelo y la Rúa. Lugares emblemáticos de la capital que se rinden ante la que pronto será nombrada patrona del Ayuntamiento de León.

Nueve días y toda una novena en su honor que culminará, Dios mediante, el 22 de marzo a las 20.00 horas en la parroquia del Mercado con la entrada de los braceros por la puerta de la sacristía mientras las devotas entonan el 'Oh Virgen del Camino reina y madre del pueblo leonés'. Si el tiempo respeta, el cortejo estará de vuelta al templo hacia las 23.00 horas. La tradición se ha cumplido.

Durante el trayecto habrá momentos para que las bandas hagan sonar sus primeras marchas, para que la corporación municipal puje en una calle Ancha que volverá a quedarse estrecha por el público, para que el coro Conde de Rebolledo interprete un salmo en honor a la Dolorosa y sobre todo para que braceros y pueblo leonés entonen la segunda Salve del recorrido. La tercera llegará una vez el 'Paso' descanse ya en la Iglesia. Manolas, sacerdotes, representantes de todas las cofradías de León y devotos completan la marcha.

Y de ahí hasta el Domingo de Resurrección sin que la Pasión de Cristo se tome un respiro, varían los capillos sí, pero no el sentido. Puede escandalizar al personal que muchos papones no entiendan lo que están pujando, que ni siquiera pisen una Iglesia el resto del año, no juzguemos y no seremos juzgados, el caso es que la Semana Santa cumpla de nuevo con su principal objetivo; rememorar la muerte y sobre todo la resurrección de Jesucristo. Ambas, por y para el pueblo.

pABLO rIOJA (14-3-2013)  

miércoles, 13 de marzo de 2013

BIENVENIDO FRANCISCO I



¡Habemus Papam! Francisco I, argentino, jesuita, latinoamericano y desde hoy, nuevo vicario de Cristo en la Tierra.

Me ha gustado que se acordase de Benedicto XVI y sobre todo que haya pedido al pueblo que rece por él antes de dar la bendición al mundo.


El sucesor de Benedicto XVI acaba de mostrarse ante el mundo desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro: Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, de 76 años.
Desde este miércoles 13 de marzo de 2013, el Trono de San Pedro está ocupado por un Papa del continente americano. Será el primer Papa argentino, el primer Papa latinoamericano y el primer jesuita. Y, ante todo, será el Papa Francisco I. Nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, se dedicó durante largos años a la docencia y se ha apuntado que estuvo en el año 1971 en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
En su primera aparición pública, el Pontífice ha elevado una oración por su antecesor, Benedicto XVI. Curiosamente, fue Bergoglio el principal rival de Ratzinger en el Cónclave de 2005. Sin embargo, el argentino decidió retirarse en favor del alemán y pidió "casi en lágrimas" a sus simpatizantes que se abstuvieran de elegirlo.
Información de:
Elmundo.es 
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/13/internacional/1363201026.html

martes, 12 de marzo de 2013

Las claves del Cónclave


La celebración del Cónclave pone en escena uno de los ritos más antiguos y más estrictamente detallados de la Historia de la Humanidad. Son ceremonias, signos, expresiones, protocolos... que poco tienen que ver con la vida ordinaria y de los que conviene conocer su significado para no perderse en el maremágnum de información de estos días.

1.- ¿Qué es el Cónclave? Es el proceso con el que la Iglesia católica elige al Papa. En esta ocasión será el 266 sucesor de san Pedro. El término procede de la expresión latina 'cum clavis', que significa 'bajo llave'. Realmente, la sala de elecciones, la Capilla Sixtina, se cierra con llave tanto desde el interior como desde el exterior después de que se pronuncia el "Extra omnes!" (¡Todos fuera!).

2.- ¿Quién puede elegir y ser elegido Papa? Ciento veinte cardenales de todo el mundo han sido convocados, aunque sólo 115 estarán presentes, pues tres han superado la edad máxima para ser elector (80 años), uno se ha excusado por motivos de salud y otro ha renunciado por "comportamientos sexuales inadecuados". De entre ellos saldrá el Papa, aunque en realidad puede ser elegido cualquier varón con pleno uso de razón.

3.- ¿Por qué es un proceso secreto? Con el total aislamiento de los cardenales se trata de evitar que sean influenciados o presionados. Tienen prohibido el uso de móviles, ordenadores, radios, televisión, prensa escrita... Nadie se puede acercar a ellos ni ellos pueden comunicarse con nadie y se ha comprobado que no hay micrófonos ni cámaras ocultas en la Capilla Sixtina. En el caso de no respetar el juramento de secreto que han hecho, quedan excomulgados 'latae sententiae' (de forma inmediata y sin necesidad de juicio previo).

4.- ¿Cómo es un día en el Cónclave? Cada jornada se programan dos escrutinios o tandas de votaciones, una por la mañana y otra por la tarde. Antes, los cardenales celebran la eucaristía y asisten a la predicación de uno de ellos. En cada escrutinio se vota dos veces si es necesario, aunque si se alcanzan los dos tercios de los votos se interrumpe el proceso , pues es la cantidad necesaria para ser proclamado Papa. El resto de la jornada, los cardenales hablan entre ellos y descansan en la Casa Santa Marta, cuyas habitaciones se adjudican por sorteo. Antes de que existiera esta residencia, vivían en los aledaños de la Capilla Sixtina, en cubículos separados por biombos y con sólo un baño para todos.

5.- El voto, ¿es secreto? El voto es personal y secreto. Los cardenales no se pueden abstener de ejercerlo. Han de escribir el nombre de su elegido en una papeleta con una caligrafía lo menos parecida posible a su forma normal de escribir. Cuando son llamados, acuden a la urna con la papeleta en alto, la colocan en un plato y con éste la introducen en la urna.

6.- ¿Cuánto puede durar un Cónclave? Sin prisas y con pausas. Así se desarrolla el Cónclave. Puede durar tanto tiempo como sea necesario. Después de tres días sin resultado positivo, se interrumpen las votaciones y se dedica una jornada a la oración y al diálogo. Y así, cada siete escrutinios. Tras nueve días, los dos candidatos más votados pueden dirigir unas palabras al resto y en la siguiente votación no participan, sólo pueden ser votados por ellos.

7.- ¿Qué ocurre cuando se elige al Papa? Se le pregunta si acepta o no el cargo, pues no está obligado a hacerlo. En caso positivo, se le declara oficialmente Papa. A continuación pasa a la llamada Sala de las Lágrimas, donde se viste con una de las tres sotanas de distinto tamaño dispuestas para él. Se llama así a esta pequeña sacristía pues dice la tradición que allí lloran por primera vez los que han sido elegidos, conscientes de la responsabilidad que asumen.

8.- ¿Qué significa la fumata? El resultado de las votaciones se conoce por el color del humo que sale por la chimenea que conecta con la Capilla Sixtina. Por primera vez, en este Cónclave habrá dos estufas: una para quemar las papeletas y los apuntes de los cardenales tras cada votación y otra para producir humo de color con pastillas químicas. El humo blanco indicará que se ha elegido al Papa.

9.- ¿Por qué en su mayoría han sido italianos? En una época se explicaba por la mayor vitalidad de la Iglesia italiana con respecto a las nacientes iglesias de otros países. Hoy por hoy, es difícilmente justificable. Hasta hoy, de los 265 papas de la Historia, 212 han sido italianos. Lejos de esa cantidad, 17 fueron franceses; 11 de ellos, griegos; seis, sirios; el mismo número, alemanes; tres fueron españoles; tres, africanos y dos procedían de Dalmacia. Sólo una vez el Papa ha sido portugués, inglés, cretense, holandés o polaco.

10.- ¿Por qué el Papa se cambia el nombre? No es obligatorio que lo haga, pero tradicionalmente expresa así su respeto por alguna figura de la Historia de la Iglesia. Los más usados han sido Juan (23), Gregorio y Benedicto (16), Clemente (14), León (13) y Pío e Inocencio (12). Ninguno ha querido elegir Pedro, por respeto al apóstol. El nombre del nuevo Pontífice se conoce cuando es presentado en el balcón central de la Basílica de san Pedro con estas palabras: "Os anuncio un gran gozo: ¡Tenemos Papa!
El eminentísimo y reverendísimo Señor don Joseph, cardenal de la Santa Iglesia Romana Ratzinger, que se ha impuesto el nombre de Benedicto XVI" [anuncio del último Papa]. Tras este 'Habemus Papam!' y después de escuchar sus primeras palabras, el nuevo Pontífice imparte la bendición Urbi et orbi [a la ciudad y al mundo].

INFORMACIÓN DE ELMUNDO.ES http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/12/internacional/1363045067.html

lunes, 11 de marzo de 2013

Mi primera experiencia con 'El Exorcista' (parte 1)

¿POR QUÉ MI INTERÉS POR EL DEMONIO? | LA PELÍCULA QUE LO CAMBIÓ TODO

(Fuente de la imagen: www.zonadvd.com)
Pablo Rioja | León

Recuerdo perfectamente mi primer contacto visual con 'El Exorcista'. Fue durante unas vacaciones familiares en San Pedro del Pinatar. Apenas gastaba mis primeras horas como 'onceañero' y la pandilla de amigos que mi primo y yo habíamos conocido aquel caluroso agosto vino a buscarnos en bici como cada noche. La rutina nos llevaba de puerta en puerta hasta reunirnos todos en torno a juegos de cartas, historias para no dormir y alguna que otra escapada más allá de las fronteras establecidas por los padres para jugar unas partidas en los recreativos. Mi Verano Azul particular.

Pero ese día algo iba a colarse en mi subconsciente de por vida. Mientras esperábamos en el salón a que 'Rober' bajase de su cuarto, escuché cómo su madre nos invitaba insistentemente a esperarle en la calle. Estaban viendo una película de terror no -"apta para menores"- y supongo que no quería problemas con los otros progenitores. El resto de la pandilla salió sin más, pero mi ya creciente obsesión por fijarme en casi todo hizo que girase la cabeza hacia el televisor. Y allí estaba en plena acción, para mi alivio en ninguna escena 'comprometida', pero sólo el hecho de saber que era ese filme del que tantas referencias había escuchado, provocó unos segundos de placer en mi interior y meses de pesadillas nocturnas. Pasarían años hasta que la edad del pavo y un reestreno con imágenes inéditas lograran que me sentase frente a una butaca para conocer personalmente a Regan y su peculiar forma de dar saltos involuntarios en la cama.

Pese a todo lo que había oído hablar sobre ella desde pequeño, no sabía qué demonios iba a encontrarme, sólo que durante los últimos 20 o 30 minutos de cinta más valía estar acompañado por algún amigo con quien hacerse el machito para quitar tensiones. El impacto fue tal que al terminar corrí como un poseso hasta mi casa, no quería pensar, ni mucho menos mirar hacia atrás, sólo pasar página. Puede que suene exagerado, lo sé, pero después de aquello nada fue igual. Invito a cualquier persona que la haya visto a cerrar los ojos unos segundos e intentar visualizar a esa niña. Su cara, su maldita cara y esa mirada penetrante son imposibles de olvidar.

Como anécdota estúpida contaré que esa noche, en mis sueños, algo terrorífico me despertaba, sobresaltado buscaba el interruptor para encender la luz sin éxito y cuando lo hallaba descubría que no funcionaba, todo permanecía a oscuras. Y así una y otra vez. Es curioso porque en toda pesadilla uno trata desesperadamente de despertarse sin cejar en el empeño hasta que lo logra. Son unos momentos angustiosos en los que eres consciente de que estás teniendo un mal sueño pero no consigues salir. Al despertarme, con la frente empapada en un sudor frío, arrastré mi mano por la pared en busca del maldito interruptor. Otra de las máximas que se repiten, ¿dónde coño está en esos momentos la llave de la luz que el resto de días encuentras mecánicamente con sólo girar el brazo? Nadie lo sabe, pero cuando te levantas asustado lo primero que tu cerebro reclama es luz y los segundos hasta obtenerla parecen siglos. Bien, lo apreté varias veces y... no había luz.

La segunda vez que me enfrenté a 'El Exorcista' fue curiosamente con mi primo, en este caso aprovechando un pase que TVE programó un sábado por la noche. Sería ridículo contar lo que sucedió después, pero entendí que aquella película crea una atmósfera inexplicable de terror psicológico desde el mismo instante en que los títulos de crédito comienzan a sucederse en la pantalla. Sólo el título sugiere temor, ¿a qué? supongo que a un mal siempre presente y sin embargo harto difícil de vislumbrar.

En mi caso, a lo largo de los años, el miedo a una cara demoniaca, a juegos de luces, golpes de música o al morbo de un buen susto fue quedando en un segundo plano. Importaba, cada vez más, el personaje principal del filme. Un personaje nunca tratado así hasta la fecha en el cine, olvidado por la historia y sobre todo, olvidado por gran parte de la Iglesia Católica. Lo leí en entrevistas al padre Gabrielle Amorth -exorcista oficial de la Diócesis de Roma- y tuve la suerte de escuchárselo en persona al padre Juan José Gallego -exorcista oficial de la Diócesis de Barcelona- en la entrevista que le realicé para Diario de León en agosto de 2012; "La gran victoria del demonio en este siglo XXI es haber conseguido que nadie crea en él".

Y es que, más allá de atemorizar a varias generaciones, la película de William Friedkin puso de nuevo en alza el tema de las posesiones y la figura del sacerdote exorcista, denostada y casi olvidada ya. Hoy, 40 años después de que la cinta se estrenase en los cines, tenemos acceso a libros, entrevistas, casos personales, películas, documentales y un sinfín de escritos que al menos alertan sobre un enemigo REAL, cómo se le abre la puerta y los transtornos que es capaz de provocar. Y lo más importante, dentro de la Iglesia los exorcistas han vuelto a cobrar valor.

En la segunda y tercera parte de este post contaré cómo a raíz de la película me interesé por la figura del demonio, único enemigo del hombre, cómo tuve la suerte de entrevistar al padre Juan José Gallego y, sobre todo, cómo pude contemplar a tres endemoniados cara a cara durante los 15 o 20 minutos más terribles de mi vida hasta hoy.

Acceso directo a la segunda parte del post

(CONTINUARÁ...)

pABLO rIOJA (7-3-2013)  

viernes, 8 de marzo de 2013

Vida después de la vida


(Fuente de la imagen: vidadespuesvida.blogspot.com)
Pablo Rioja | León

Vida después de la vida,
el mundo vivió para verte,
largo el camino, angosto el sendero,
caro peaje pagado con muerte.

Vida después de la vida,
que vives en mi subconsciente,
todos te podremos ver,
mas no todos podremos tenerte.

Vida después de la vida,
vivo muriendo en mi suerte,
tu infierno ansío evitar,
me perdí por no querer quererte.

Vida después de esta vida
de fatigas en vano cimentada,
purga mi alma, sana el dolor,
juzga el amor con tu espada.

pABLO rIOJA (7-3-2013)

lunes, 4 de marzo de 2013

Desnudando Sri Lanka

EL MUNDO EN DOS PINCELADAS

Recolectora de té en Nuwa Eliya

Calle de Anarudhapura.
Pedro Tapia | León

Sri Lanka es una isla situada en Asia al sureste de la India, tan próxima a este país que se la conoce como “La lágrima de la India”. Estratégicamente posicionada en el camino de las principales rutas marítimas, ha absorbido la afluencia de las diferentes culturas y religiones, aunque el budismo sigue imperando en la mayoría de sus habitantes.

Los navegantes árabes que en los primeros siglos de nuestra Era llegaron a las costas de Sri Lanka la bautizaron con el nombre de Serendib. Los mercaderes árabes, esos que navegaban por el Índico en busca de especias y que, según está escrito en los cuadernos de bitácora de algunos capitanes, sabían que se acercaban a su destino cuando el aire se volvía dulce con el aroma de la canela y la vainilla.

Kandy. Miembros del ejército.



Campos de té.









Cuando llegaron los ingleses a Serendib, quedaron asombrados y acuñaron la palabra serendipity, es decir, la capacidad de maravillarse ante un encuentro o un descubrimiento inesperado.


Árboles borrachos. Jardín botánico de Kandy.

Festival del Diente de Buda. Kandy.


Templo budista.
 


Templo hinduista.

Una isla con una sorprendente flora y fauna, famosa por sus jardines botánicos y conocida como la isla de las especias.

Lagarto. Proximidades de P.N. Minneriya.
Estupa de Dambulla.
Pinturas. Sigiriya